Sin palabras lo acontecido el pasado domingo en El Papiol, sin palabras no solo desde el domingo, me emplazaría a todos los días y semanas previas. Con el proyecto lanzado y más de cien voluntarios Pedro, Tato y David definieron las líneas maestras de la carrera y se formaron los distintos equipos de trabajo en montaña, el pueblo, parkings, dorsales, duchas… semanas de intenso trabajo en todos los ámbitos con patrocinadores, proveedores, en la montaña repasando el recorrido exhaustivamente, coordinando los responsables … sacrificando vida laboral y personal por la Mitja del Castell, para que el domingo todo saliera perfecto, para que los corredores se fueran de El Papiol con ganas de volver. Dieron mucho, muchísimo, todo hasta el mínimo detalle buscando superar con nota su estreno como organizadores.
El Club de lleno estaba volcado
en el proyecto, labor excepcional de Carles trabajando desde hace casi un año
en toda la imagen de la carrera en todos sus aspectos (logos, serigrafías, roll
up, señalizaciones, premios, bolsa del corredor, cartelería, web….).
Llega el viernes, reunión de
voluntarios, para organizar los equipos, ya se “masca” algo grande. Cuenta
atrás.
Sábado entero de trabajo montando
bolsas del corredor, señalizando el recorrido (casi 9h30 min en 21 kms),
montando el avituallamiento de la Salut, señalizando el pueblo, preparando la
zona de llegada, dorsales, guardarropa…. Son casi las 3 de la mañana y algunos
voluntarios llevan 19 h currando. Mención especial a Ricardo que se cortó
cortando cintas para señalizar, se fue al hospital, le pusieron dos puntos y
volvió a seguir.
Son las cinco de la mañana del
gran día y Edu ya está preparado para revisar el recorrido integro con cinta por si ha habido sabotaje. El arco y el
reloj esperan junto al castillo y en silencio la llegada de los corredores, en
seguida se empieza a notar el pulso del día con la llegada de los voluntarios
que se van a agrupando con su responsable. Amanece un día raso con un poco de
viento, se espera mucho calor para ser octubre.
Cada vez son más los corredores
que se agolpan en la plaza del castillo, muchas caras conocidas, pelos de punta
de ver el gran sueño hecho realidad. No hay lugar para la improvisación aunque
si se notan los nervios entre todos. De los nuestros y sus familias, compiten
Gina, Enric y Albert y están en el “tajo” Carles, Ricard, Maribel, Albert e
Isa, Amaranta y Hugo, Mayte y David, Inma, Luis de Castro, Franchu, Alberto
Guerrero, Xavi Puig, Jordi Bastardas, Xavi Pinassa, Gerard y Edu cerrando el
grupo, además de Pedro, David y Tato.
El reloj de la iglesia está dando
las nueve, suenan los acordes del carmina burana de Carl Off y Gerard da la
cuenta atrás, el encendido del petardo falla pero tras unos momentos
dubitativos arranca la carrera entre los gritos de Pedro y Tato desde encima de
la roca que sirve de base del castillo. Cuando han salido todos bajan de la
misma y se abrazan fuertemente con David, menuda piña ¡qué equipazo! Sin perder
un segundo comienzan a correr para poder ver pasar la carrera por otro punto
del pueblo. Edu vuelve a salir al ruedo.
Es tiempo de montar la llegada y
el avituallamiento final, música de fondo y muy buen ambiente entre todos los
voluntarios de meta. La hora y media hasta que ya se espera al primero pasa en
cinco minutos, alguna llamada con la Salut (avituallamiento doble del k.12,7 y
17,7 que llevan los nuestros) y Puig Madrona (paso de control con Franchu y
Alberto) para saber dónde están los primeros y el devenir de la carrera.
Pedro y Tato cogen la cinta de
meta para que Emilio Fernandez en 1h37´12´´ sea el primer vencedor de la Mitja
del Castell, ha volado a 4,31 min/k ¡que bestia! Emocionantes momentos con la
llegada de los primeros corredores, ambientazo que Gerard desde su posición de
speaker nos va narrando e intercalando con música y alguna entrevista.
Batucada de los niños de Papiol
en la florida para dar la bienvenida a los corredores al pueblo, entre ellos
Romeo el hijo de Tato. Aquí todo el mundo colabora en la Mitja del Castell.
Según llegan los corredores crece
el ambiente en la plaza del castillo, escenas familiares y altamente emotivas.
Llegada de la primera mujer, de los primeros locales, todos de uno en uno y
sufriendo la última rampa adoquinada y la curva antes de meta, los minutos van
cayendo y se espera la llamada desde la Salut para saber cuándo ha pasado el
ultimo, antes algún momento de nervios porque faltan vasos, aquarius o algún voluntario
que sobre la marcha se buscan soluciones a golpe de quad.
Llegan los momentos más emotivos
con la entrada en meta de Pepita (65 años), Manolo (70 años en enero y el
runner mas veterano de la carrera) que viene flanqueado por su hijo Tomás que
ha corrido con él los casi 22 km, David (su nieto) y Hugo que se han incorporado en el k
12,7 y han hecho entera la segunda parte de la Mitja del Castell, los hijos de
Pedro y David ya toman el relevo natural familiar. Entre un pasillo de
voluntarios y público con un ensordecedor ambiente, llega el último corredor Antonio
3h42´18´´ y se da por finalizada la Mitja del Castell con una traca de 25
metros. Durante muchos momentos cuesta aguantar las lagrimas de la emoción, después de meses y meses de duro trabajo.
Muchos de los voluntarios ya se
han ido recogiendo por el camino e inmensas caras de satisfacción cuando llegan a la plaza del castillo. Muchas
felicitaciones desde hace rato están llegando a Pedro, David y Tato, se respira
un ambiente festivo.
Entrega de premios y lágrimas en
Pepita al recoger el suyo, a resaltar el primer puesto de Gina como Senior
Femenino y la entrega del premio por parte de David ¡ya se lo habíamos augurado!
“apuntate, estas para ganar”
Tiempo de risas, de fideua, de
recoger, de abrazos y muchas muchas anécdotas, tiempo de estar orgullosos sobre
lo ocurrido y vivido porque nosotros hemos sido los verdaderos culpables y
protagonistas. Esta es nuestra carrera y es nuestra responsabilidad que el año
que viene podamos cumplir las expectativas de nuestros corredores, no solo podemos
parecer una carrera consolidada como algunos corredores nos dijeron el pasado
domingo sino hay que demostrarlo y consolidarnos de verdad. 400 corredores y un
equipo de más de 100 voluntarios avalan la Mitja del Castell, que ya es una auténtica
realidad en su primera edición.
La carrera ha recaudado 391 € para fines sociales de El Papiol que administrará Caritas El Papiol, paralelamente en breves fechas se replantará una zona de Collserola con los niños/as del CEIP Pau Vila de El Papiol y asi contrarrestar los efectos de la ventada de enero 2009.
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