CRÓNICA DE UN IRONMAN

“no volveré a hacer otro nunca más” pensaba los días previos, estaba totalmente convencido, no valía la pena tanto esfuerzo, tantos meses, tantos entrenos, tantas horas sólo poniendo tu cuerpo a punto, días de lluvia, días de pájaras inmensas, días en los que estás agotado pero te has levantado a las 6 de la mañana para afrontar 6 o 7 horas de entreno… de verdad que no valía la pena…todo por conseguir ser finisher! Pero llegó un día en que se acabaron los entrenos, llegaba el tapering y comentábamos con los compañeros nuestras sensaciones, nuestros miedos, nuestros puntos fuertes… yo lo tenía claro, sobrevivir nadando, no gastar nada, apretarme lo justo en la bici, y disfrutar como un niño en la maratón…

Y volamos a Zúrich, hicimos el check-in, salimos a probar la bici, todo iba bien, hasta que recibimos un mail de la organización “prohibido neopreno”, como? Cayó como un jarro de agua fría, Para los que tememos el sector de la natación es la peor de las noticias, eso ya suponía mínimo 10 minutos más, y gastar energía dándole a los pies…. Pero bueno ya estábamos allí, había que tirar con lo que fuera!, el reto del sub 12 estaba más complicado, pero confiaba en todos los entrenos de la bici, y sabía que corriendo tenía muchas tablas…

Estoy en la línea de salida, me pongo con Óscar (nunca me separo de él ya que tiene más experiencia que yo y siempre aprendo mucho) lo más abierto posible, en nuestra zona hay muy poca gente, bien! Tendré una natación cómoda.

Empieza el IRONMAN, me pongo nervioso, pienso “joder, estoy haciendo un ironman!!, eso me acelera la respiración, que coño estoy haciendo??, pienso en relajarme, voy cogiendo pies de gente para que me lleven más cómodo, hago todo el segmento intentando reservar fuerzas, en Zúrich se hacen dos vueltas, y hay un punto muy chulo cuando sales del agua para cruzar una isla y volver a lanzarte al agua para hacer la segunda vuelta , es un sitio increíble, miro el reloj 44 minutos, voy bien, tenía calculada una hora y media, así que voy según lo previsto, hago la segunda vuelta y todo sigue bien, salgo del agua ayudado por un voluntario (que sería del Ironman sin ellos?...) miro el crono 1:32, bueno, no está mal pienso, para una medusa como yo… hago la transición cómodo en 5 minutos, me pongo crema solar ya que hoy iba a ser uno de los días más calurosos de Zúrich en toda su historia (vamos lo tenía todo de cara….) y salgo con la bici, veo a Sandra antes de salir, la veo contenta y me anima, ella sabe cuáles serán mis tiempos y me debe haber visto con buena cara, bieeen!

Los primeros 30 km de bici son en llano y ligera bajada, decido apretar para que la media después de la primera vuelta sea de algo más de 30km/h, que es mi objetivo final para tardar unas 6 horas. Pero en el km 15 ya noto que algo no va bien!, voy a unos 35 km de media y lo voy dando todo, que pasa?, que he hecho mal?, estoy sin fuerzas, no puedo ir más rápido!, mi media va bajando, 34,5, 34… mis piernas no funcionan siento mucha rabia, seguro que la había cagado con el tapering, no había descansado bien, tenía que haber hecho más km’s en bici… joder!!, incluso llego a gritar de rabia, le hablo a mis piernas, pidiéndoles que no me dejen tirado, pero no hay forma… acabo la primera vuelta y en la subida al heartbreakhill hay un montón de gente!, que pasada, de la gente que hay tienes que pasar de uno en uno como en las grandes etapas del tour, es fantástico!, lleno de banderas catalanas… me ponen la piel de gallina, grito visca Catalunya! Y la gente se vuelve loca, corean mi nombre… guauuu, es la sensación más increíble que había tenido nunca!, veo a Sandra!! “Ehhh ¡!!” Le grito, “sígueme! me paro en la cimaaaa!!!”, ella viene corriendo, le explico que me está pasando, “no  te asustes si tardo más de lo normal, algo no funciona, no voy”, y ella me dice una y otra vez que sí, que si que voy, y que tire para adelante, ni se imagina lo que me motivan esas palabras, por un momento me había desanimado al ver que la bici iba a ser un calvario, pero ahora ya daba igual, tenía que terminar el sector de bici, y luego ya veríamos…  la segunda vuelta sigue por los mismos derroteros, en el km 130 tengo que parar porque tengo unas rampas increíbles en los cuádriceps, no puedo más!!, tiro la bici con rabia para estirar los músculos y veo que la rueda de delante no gira… cómo? Qué pasa?, ostia! No soy yo el que va jodido!! La rueda está frenada!!! El puente del freno delantero está torcido y la rueda va frenada, lo enderezo, reviso que ya no haya roce, joooder!! El tiempo que he perdido por ésta chorrada! Cargo en el avituallamiento y me pongo de nuevo en marcha, que diferencia, empiezo a adelantar a mucha gente que me había adelantado!, se que ya es tarde para recuperar nada, y que el desgaste ya está hecho, pero moralmente me viene de maravilla!! Acabo la bici con mejores sensaciones, en un tiempo ridículo de 7:29, una hora y media más de lo que quería. Al dejar la bici veo de nuevo a Sandra, “me tenías preocupada”  me dice, pobreta… creo que nuestras mujeres sufren más que nosotros en éstas pruebas. “No sé si dejarlo aquí, ya no puedo hacer sub 12 y vengo muy jodido de la bici”  y le explico todo el tema de la avería…, “inténtalo, empieza a correr y según te encuentres…” es verdad pienso, qué más da?, yo lo que quiero es ser finisher, si más o menos puedo correr tenía que acabar!.

Salgo de la transición, como cuesta empezar a correr Dios!!!, poco a poco me voy encontrando bien, miro el Garmin y voy a 5 pelado! Cómo?? “soy una puta máquina de correr” pienso para mi, en el km 2 me encuentro con Sandra que me vuelve a preguntar, le digo que no se preocupe, que acabo, lo tengo claro, mi fuerte es el run y las sensaciones eran geniales!, decido recudir mi ritmo, sé que puedo ir a 5, bien, pero voy a ir a 5:45, voy a reservar esos 45 segundos, y luego ya veremos, en estas carreras tan largas hay que ser muy inteligente y guardar siempre, 42 kilómetros son muchos kilómetros, así que cambio el pensamiento, para mi serán 20 series de 2 km’s y cada 2 km’s caminaré en el avituallamiento para beber y mojarme con las esponjas, y así lo hago, van cayendo las series, camino en los avituallamientos, me obligo siempre a beber o comer. Son 4 vueltas así que cada poco me encuentro con Sandra, como me motiva!, cada poco tengo una motivación, ya sea ella, un avituallamiento, cruzarme con alguno del equipo o ponerme una nueva pulsera de color para indicar que me queda una vuelta menos… en la tercera vuelta alcanzo a Óscar, me da mucha pena, se ha roto un dedo del pie saliendo del agua, y el muy animal, se ha cascado los 180 km’s de bici y está haciendo un maratón!! Es increíble cuanta fuerza de voluntad, ya digo que siempre aprendo algo de él. Me quedo un rato con él pero me anima a seguir, cada uno tiene que hacer su Ironman, después de pensarlo un poco decido tirar, me queda muy poco para ser finisher!.

Los últimos km’s son fantásticos, a 2km’s para llegar me cruzo con Oscar, nos abrazamos, me dice “ya lo tienes tio!, disfruta lo que te queda” y así lo hago, veo a Joel que me anima, me dice “ja ho tens aixó” , él hace horas que ha llegado, menudo pedazo de triatleta está hecho, la cara que le puse debió ser de una satisfacción increíble, porque días después aún me recuerda esa mirada de satisfacción….

Me cuesta mucho respirar, me quedan 500 metros, lloro, no lo puedo evitar, y eso hace que se me corte la respiración tengo que parar un momento, sigo para adelante veo a sandra 100 metros antes de llegar junto con Isaac y sus padres, que familia más increíble, que bien se portaron conmigo… los abrazo, abrazo a mi mujer, lloramos los dos, joder, lo que nos ha costado llegar hasta aquí!! Corro esos 100 metros sin prisa, es mi momento, un momento que recordaré para siempre, grito en la meta, como hago siempre, grito de rábia, de alegría, de recompensa! Soy finisher de un Ironman con 13:18. Pero esto no quedará aquí, repetiré, y entonces pondré las cosas en su sitio, el Ironman y yo tenemos una partida pendiente para jugar, y esa partida no durará más de 11:59.